Nocturno
- Manuel Acuña
- 9 sept 2015
- 1 Min. de lectura

"Nocturno a Rosario"
-Manuel Acuña
Pues bien, yo necesito
decirte que te adoro,
decirte que te quiero
con todo el corazón;
que es mucho lo que sufro,
que es mucho lo que lloro,
que ya no puedo tanto,
y al grito que te imploro
te imploro y te hablo en
nombre de mi última ilusión.

¡Que hermoso hubiera sido vivir bajo aquel techo.
los dos unidos siempre y amándonos los dos;
tú siempre enamorada, yo siempre satisfecho,
los dos, un alma sola, los dos, un solo pecho,
y en medio de nosotros mi madre como un Díos!
Bien sabe Díos que
ése era mi más hermoso sueño,
mi afán y mi esperanza,
mi dicha y mi placer;
¡bien sabe Díos que
en nada cifraba yo mi empeño,
sino en amarte mucho
en el hogar risueño
que me envolvió en sus besos
cuando me vio nacer!
Esa era mi esperanza…
mas ya que a sus fulgores
se opone el hondo abismo
que existe entre los dos,
¡adiós por la última vez,
amor de mis amores;
la luz de mis tinieblas,
la esencia de mis flores,
mi mira de poeta,
mi juventud, adiós!



























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